domingo, 7 de junio de 2015

Chao a los teteros...

Cuando el pediatra me dio el plan para que Brenda dejara el tetero, yo lo cumplí al pie de la letra y funcionó perfecto. 

Brenda tomaba 3 teteros, mañana, tarde y noche. Debía quitarle el menos importante, el de la tarde, al año. Lo reemplacé por un bellísimo vaso con su pitillo. Al principio Brenda  no lo tomaba completo, pero le entusiasmaba el vaso nuevo. El segundo tetero a reemplazar debía ser al año y medio, y el tercero a los 2 años. Ya para los 2 años Brenda no utilizaba los teteros. ¡Me parecía genial!!

Cuando nació Sarah, tenía planificado seguir el mismo plan. Al cumplir el año Sarah, le reemplacé el primer tetero, el de la tarde, por un vaso bellísimo también y ella lo asumió muy bien. Sarah adoraba la leche. No tuvo problemas en cambiar el tetero por un vaso, desde el primer día, a tal punto, que a la mañana siguiente, cuando coloqué el vaso de Brenda y el tetero de Sarah juntos, Sarah tomó el vaso de Brenda y se tomó su leche... Sarah dejó los teteros al año... Tuve que colocarle su vaso siempre, porque si no, le quitaba el vaso a Brenda....

Yo no soportaba lavar teteros, sentía que nunca quedaban totalmente limpios, lo que más anhelaba era reemplazar los teteros lo más rápido posible, y con este plan, lo logramos...

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