Para
una mujer inolvidable
En orden cronológico lo voy a
escribir, desde que nací hasta ahora. Ay mami siete meses y medio me tuviste en
tu barriga. Llegó el día seis de abril,
te esforzaste supongo yo. Me contaste que estuve en varias guarderías. Cuando
cumplí dos años me metiste en el CEAMM, gracias mami o má, como te digo en
verdad.
A los seis años me metiste en
el Santiago de León de Caracas, aquí empecé en grandes. Conocí a mi mejor
amiga, mi hermana, con la cual tú me has ayudado dándome consejos cuando
peleamos. Yo no sé cómo, pero te enterabas de todo, eso me molestaba. Empecé a
crecer y a crecer y como cosa rara tú siempre me cuidaste.
Mírame ahora y todo esto te lo
debo a ti. Por enseñarme, ayudarme y vuelvo y repito cuidarme. No entiendo tu
paciencia, es infinita, eso lo admiro de ti. Tu manera de siempre seguir
adelante, es envidiable. Me molesta tu forma de vestir, no es muy linda, pero
apartando eso eres casi perfecta.
Ahora yo voy a fiestas y tu
pones en riesgo tu seguridad, por buscarme lo más tarde posible, gracias. Ay má
pero que se hace cuando estas de mal humor, no lo sé, pero como tú me soportas
en las mismas tendré que hacerlo yo también. Te agradezco por todo lo que me
has dado o me has facilitado. Te amo y si nunca te lo digo, pero créeme te amo.
(Escrito por Sarah Torres Blomer para su Antología de 2do año)