sábado, 3 de octubre de 2015

¿Y qué le hacemos para su cumpleaños?

Ya llega la fecha del cumpleaños de Sarah o de Brenda y no sabemos cómo festejarlo... ¿Les ha pasado eso? A mi me pasaba todos los años...

Si algo sí tenía claro era que el primer cumpleaños era para nosotros, los padres. Brendita y Sarita, a esa edad, no tenían idea de estar cumpliendo años, por lo que sus primer cumpleaños los festejamos con familia y nuestros amigos más cercanos.

A partir de los segundos cumpleaños empezaba la pregunta. ¿Cómo celebramos el cumpleaños?

Para ambas les festejamos sus segundo cumpleaños con piñata, recreadoras, parque; el clásico. Y ambas, en ese cumpleaños, andaban solitas por ahí, como en un parque de diversiones, sin tampoco tener mucha idea que era una fiesta para ellas. 

Nunca estuve de acuerdo con colocar como piñata al muñeco de su preferencia, porque me parecía cruel que le pegaran con palos a su personaje adorado. Por eso, en el segundo cumpleaños de Brenda, por ejemplo, le encargué una piñata en forma de pelota amarilla. Me parecía perfecto caerle a palos a una pelota, cual juego de Base Ball. El único problema fue que llovió y se mojó de tal forma que fue imposible romperla, parecía de goma. Por esa razón toda la fiesta le pudo pegar, hasta los abuelos.

A partir del tercer cumpleaños no quería repetir lo que habíamos hecho para el segundo.

En el caso de Brenda se me hizo muy fácil los primeros años porque ella cumple en Agosto y siempre estaba en un plan vacacional, por lo que hablaba con los profesores del campamento y celebrábamos su cumpleaños en el campamento. Yo solo llevaba una recreación especial y la torta. El campamento ponía los amigos, los recreadores, por lo que, a pesar de ser agosto nunca faltaban amigos, salía muy económico, y lo más importante, Brenda disfrutaba al máximo sus cumpleaños. En uno de estos cumpleaños llevé una cuenta cuentos, espectacular. En otro llevé un gusano gigante, lleno de aire. Brenda jamás entró al gusano pero corrió alrededor del gusano decenas de veces, felicísima. En otro cumpleaños llevamos a las payasas Ni Fu Ni Fa. Un cumpleaños con ellas era costosísimo, pero al solo pagarlas a ellas, se hacía muy accesible.

En el caso de Sarah necesité ser más ingeniosa. Uno de sus primeros cumpleaños lo festejamos en la piscina que teníamos en el edificio y la actividad recreativa que hicimos fue pintar franelas, y estas franelas era el regalo principal del cotillón. Me encantó, el único inconveniente fue que los niños no entendieron que la franela era el regalo de salida y varios me preguntaron por el regalo de salida...

Otro cumpleaños de Sarita lo hicimos en una peluquería. Espectacular. Algunas niñas aprovecharon para cortarse el cabello, otras se peinaron, pintaron las uñas, y al final modelaron... Muy Sarita!! Fácil de hacer y entretenido para las niñas.

Uno de los cumpleaños que más nervio me dio, pero que me encantó, fue el primero que le hice a Sarita cuando entró a su colegio Santiago de León de Caracas. Estaba de moda contratar un autobús decorado para llevarlos a comer y luego a alguna distracción, como un cine. La invitación era genial: un pasaje de avión con las diferentes paradas. El lugar recreacional fue el instituto de cocina de Sumito Estévez. Acordé con la chef encargada hacer galletas. Fue genial ver niños y niñas de aproximadamente  6 años haciendo galletas, colocarlas en el horno y luego comerlas con orgullo. Les comenté que me dio mucho nervio este cumpleaños por lo siguiente:

  • Me iba a llevar 25 niños de 5, 6 ó 7 años, solos. Tuve que enviar una carta a todos los padres 2 meses antes de la celebración, explicando mi intención e indicando que si contaba con su aprobación lo hacíamos. Obtuvimos prácticamente 100% de aprobación. Un éxito!
  • El día del cumpleaños una madre me llama para decirme que su hijo es escapista por lo que me pedía que, por favor, le pusiera especial atención. Casi me moría de los nervios... No dejé de colocarle un ojo a este niño en todo el cumpleaños. No pasó nada, gracias a D-os. Tuve 3 recreadores que me ayudaron muchísimo.
  • Esta celebración fue en el 2006, en plena revolución roja de nuestro país y temí que fuéramos atacados por los rencorosos sociales, al ver un autobús decorado tan bello. Nada pasó, gracias a D-os.

El cumpleaños que más me gustó fue el que hicimos con unos profesores de teatro. Ya Sarah había demostrado su aptitud para el teatro y estuvo en un plan vacacional de teatro que le había gustado mucho. Llamé a los profesores del campamento y les planteé la idea de hacer un cumpleaños con las mejores amiguitas de Sarah, donde se les dé un taller introductorio de teatro. La invitación era una especie de ticket como los que se entregaban en el cine, donde invitábamos a las niñas a las 2pm y a los padres a las 5pm. El taller constó de varias actividades de expresión corporal y montaron una muy pequeña y sencilla obra teatral, donde Sarita era el personaje principal. A las 5pm llegaron los padres. Los recibimos con vino, como una premier, y disfrutaron de la obra que sus hijas habían montado. Como les comenté, fue una obra muuuy sencilla, pero para los padres siempre es una gran satisfacción ver a sus hijos actuar. Y para Sarita fue maravilloso ser la actriz principal. El cotillón fue entregado como se entregan los premios Oscar: a cada  niña se le llamaba, se le reconocía su actuación y recibía los aplausos de todos los presentes. Muy emocionante!! La verdad me sentí muy orgullosa de este cumpleaños. Previo al cumpleaños, nos tocó pintar la escenografía: un telón muy grande con un pueblo... lo hicimos mis amigas y yo, quedó precioso.

Otro cumpleaños que dejó huella fue uno que le hice a Brenda, bailable con DJ y con motivo de Halloween. Lo único que disfruté fue decorar la fiesta. Mis amigas y yo hicimos todos los adornos, preciosos. Los niños se dedicaron a romper los adornos, a jugar con las sillas como si fueran pelotas de Volley Ball, echaron jabón en el piso y era imposible bailar sin caerse. Tuve que parar la fiesta, encender luces y lavar el piso con jabón, para que, más o menos, pudieran bailar. Imprimí 60 invitaciones, pero los niños las fotocopiaron y vinieron cerca de 80. Y uno de los coleados dejó caer un "Peo líquido" en la fiesta, un olor insoportable... Dije que era la última vez que hacía una fiesta bailable con DJ y tantos invitados...

Alguno de los cumpleaños los festejamos un fin de semana en Puerto Azul. Llevábamos más o menos 8 niñitas y les reservábamos una habitación para ellas. Estos también los disfrutaron mucho. El único inconveniente que tuvimos fue el ruido que hacían en la noche... Nos llamaron la atención. 

Para los 15 años de Brenda tuvimos la espectacular oportunidad de ir en un crucero, con otras 3 familias con hijas quinceañeras amigas de Brenda. Espectacular! Las palabras de Brenda fueron: Mamá, éste ha sido el mejor viaje que he tenido. Aprovecharon  que había grupos de quiceañeras y disfrutaron como ellos, pero con nosotros, los padres, cerca.

Para los 18 años de Brenda fue a un lugar nocturno para adultos, donde piden cédula, y pudo mostrar la suya, con orgullo, porque ya tenía 18 años. Fue Legal!!! Y para finalizar se quedaron todos a dormir en casa. Chicos por todos lados, cuartos, sala, etc.

Los últimos cumpleaños han sido mucho más sencillos, comer en un restaurante, ir a la casa, pijamadas. La verdad que lo más importante para ellas ha sido compartir con sus mejores amigos.

Ya veremos qué hacemos para los próximos, pero ya ellas mismas deciden cómo festejarlo, y siempre consideran la situación país, donde la economía y la inseguridad no permite hacer grandes festejos.